jueves, 2 de junio de 2011

DESECHABLE (Cuarto Cuarto): Desfasado



La migraña del tiempo se diluye,
el resplandor de mi infancia ha expirado.
El elixir de la tempestad me regocija.
La enfermedad de la vida se esta transformando
en algo grotesco que esta robado mi sonrisa.



Una ambulancia me ha rescatado del centro de la soledad. Me hallaba sangrando cielo y hablando como lo hacen las niñas al confesarse. Los duendes me estaban acechando y las serpientes que se trepaban en los astros me mortificaban al saludarme.
Mis memorias habían ardido, la seguridad de los seres me quería matar, la nueva fuerza de los débiles quería conquistarme y mis inquilinos me habían dicho que mi piel les debía belleza y vida.
Una ambulancia me ha rescatado del centro de la soledad mientras todos olvidaban mi nombre. Mi nombre chispeara engaños y falsas acusaciones a los exiliados de la alegría que me dejaron desecho, a los que no quieren estar eternamente en el mundo. Solo los que consumen a otros nunca mueren, y lo optimista muere al pasar los años.
Ya arde mi boca por blasfemar a los que me han amado y muerto detrás de mi. Ya el cobre de mi ojos se ha evaporado desde que olvide a vivir.
Una ambulancia me ha rescatado del centro de la soledad. Ahora la mierda huele a leche hervida y el perfume se vuelve visible con las lagrimas.



Mi esperanza es una llamada telefónica que sofoca la digestión. Mi esperanza es una pequeña musa rosada que amontona palabras para ti. Mi esperanza es una voz que embriaga las personas con un canto. Mi esperanza es un beso de fulminante épica, que desvanece lo que no debe ser. Mi esperanza es algo que quiere ser escrito sobre tu mirada,  sobre ti cuando duermes, cuando quieres olvidar, cuando no quieres llorar, cuando no te espero, cuando quiera tener felicidad.



Sádico Ente Celestial


Diosa enigmática del encanto, libera esos animales de tu mente.
No dejes tu alma al abandono ni viajes en tu imaginación eternamente.

Diosa enigmática del encanto, amaremos como suicidas,
sin maltratarnos tanto, no lloraremos en esta vida.

Con tu boca y con tus uñas, deshaces lo que sea mentira,
cada vez que invoques lo que nunca se olvida.

Con tu boca y con tus uñas, hipnotizaras al mundo.
Y en un sueño muy profundo harás que todos sufran.

Diosa enigmática del encanto, ¿cuáles son tus planes en la vida?
¿calmar a los ángeles el llanto o abrir mis sucias heridas?

Con tu boca y con tus uñas, desgarraras cada parte de mi piel.
Y con esos mensajes que murmuras harás mi espíritu enloquecer.

Tu eres algo divino,
pero no se si quieres verte conmigo abrazados como niños.

Me provocaste una herida y tomaste de mi sangre...
Y no se si ahora quieras amarme.



Solo imagina esto:

Hay caníbales sumergidos en las pieles de lo perros que temen a la soledad de los arcángeles caídos por el pecado de una estrella roja que se encuentra en el mar violando pulpos sonámbulos con la marea que sube por los acantilados con un doloroso adiós que nunca se ha podrido en las venas de una cúspide de luz incandescente en los sangrientos atardeceres de suaves seres marchitos que orinan colores a la bestia de nuestros sueños bombardeados por la maravillosa ilusión destellante de la inmensidad redentora de mi imaginación. 



Mutus


Un chico tonto acaba de nacer,
no cree en las cosas que pueden suceder.
Caminando va con su estúpida inocencia.
Quizás alguien lo mate o se enamore de el por su rarezas.

Su familia esta un poco desilusionada,
porque este chico tonto no hace nada.
Lo distrae todo y no tiene concentración,
solo se dedica a ver televisión.

Come, caga, respira y orina.
Muchos se pueden preguntar ¿adonde ira esa linda vida?
No peca, no llora, no contamina,
alguien debería enterrarle un cuchillo de cocina.

¿Quién le habrá dado esa forma de pensar?
¿Fueron sus padres quienes le infectaron ese mal?

Pobre chico tonto, quiere cortarse las venas.
No resiste tanta estupidez y miseria.

Un chico tonto acaba de morir.
Tal vez ahora pueda sonreír.



Somos marionetas de un fantasma.



Ilumina el cansancio de las flores.
Los lápices de algodones ya no brillan.
Haz que griten las pieles oraciones. 
Llénate con el acero de estrellas malignas. 



El encanto me ha llamado, pero no le contesto
porque estoy ocupado jugando con los muertos.
Hoy cumple el encanto. Por el encanto hacía versos.
Pero ahora que le soy ingrato el encanto me quiere muerto.



In lucem proferre


Quiero ser el que les ilumina,
así como lo hacías ayer cuando vi como brillaban tus espigas.
El cielo es una esponja que trasmuta las cenizas,
y el mar suciedad que demarca el sudor y la saliva.
Una flor atrae solo lo que contamina su vivir,
su sentir lleva a la tierra la gloria abatida.
Crea una salvación que derroque a pesimistas,
olvidando esa mugre insaciable de pereza y apatía.
Nadie ve a través de tu vida de mentiras,
y eso que eres tu quien proclama las dichas divinas.
Quiero ser el que les quite sus insignias,
el que les grite y descubra la verdad de los enigmas.
Viviré entre la ruina de una sonrisa,
victima de la nausea que fabrica pesadillas.



Si quieres entra a mi casa.
Pero mi casa esta destruida.
Trata de no imaginar mucho.
Algo importante se nos olvida.

Un cielo que no busca pretextos.
Los adornos se cuelgan en tu voz.
Asfíxiate con poca intención.
Arráigate al sonido de mi tos.
Entra sin gritar, sin miedo.
Entra con el mundo, entra con el sol.

Deja a alguien sollozar.
Inventa un siniestro ruido.
Prohíbe la amistad con sexo anal.
Deja que se masturben los niños.

Me infiltrare con historias pasadas.
Localiza el elixir que destruye enzimas.
Trato de no imaginar mucho ahora,
algo importante se me olvida.



To the drunk in you:
 
Serpientes en un surco de relámpagos disparan ángeles demenciales con la ira de mil inocentes asesinos bienaventurados que gritan malestares en las oraciones mudas de un arco iris que esta tatuada en el torso de una mujer inmortal de extraños ojos rosados descendiente de la lluvia convertida en frenéticos santos diabólicos que rigen una cúspide dorada de un planeta abandonado por los genes de aquel que escribió los versos que mato a estrellas ninfomanas. 



Desarmemos ángeles de victoria.
En mi angustia vomito soledades.
Impongo la furia de tus besos
y la mirada en los funerales.



 Estabas paralizada mirando la gente pasar.
Eras fuerte y aullabas con intensidad.
Decidí adornarte con sonidos y serte fiel con heridas.
Me dedique a ti, puliendo nuestras fantasías.
Éramos los acordes silenciosos de lo frágil.
Fuiste mía, pero adiestrarte no fue  nada fácil.
Ayer moriste, hoy arderás.
Y se que tus jugos benditos nunca se evaporaran.



Ardiendo camino fingiendo soledad
con un rayo de incertidumbre que cría demonios.